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El clima otoñal de marzo complicó la logística habitual de los productores bonaerenses, que son los principales responsables y protagonistas del negocio en Cañuelas. Se sumó también el calendario con los casilleros en rojo por los feriados de carnaval.
Una oferta a la baja, una menor exportación, un consumo que resiste. El mercado internacional, mientras tanto, muestra un panorama promisorio, con volúmenes récord, nuevos compradores y precios que muestran una suba del 10-15% interanual.
Después de un enero de padecimientos, el segundo mes del año se despachó con lluvias que empezaron a torcer el rumbo de incertidumbre que la sequía había provocado en los últimos cinco ciclos.
Atilio Panaccio, martillero de la firma Jáuregui Lorda, destaca un claro interés de productores de diferentes regiones por hacerse de invernada, al tiempo que resalta que no se están reponiendo vientres.
El consignatario Carlos José Colombo dice que se está achicando la oferta de gordo y que se espera una mayor demanda desde fines de febrero, lo que impulsaría las cotizaciones. Además, analiza lo que está sucediendo con la venta de invernada y cría.
Si partimos del supuesto que el MAG -antes Liniers-, es un espejo de la operatoria con hacienda en pie, estamos en condiciones de inferir que la oferta se derrumbó.
Pedro Irey, consignatario de Brandsen, destaca los efectos del mal clima en la producción de forrajes. “Tiene que llover”, indicó.
Los datos de la faena del mes pasado fueron crecientes y determinantes, apuntalados por la evolución del consumo interno en las vísperas de las Fiestas, que de esa manera marcó un fuerte contraste con el letargo en el que se había sumido durante el resto del año
Lo que se produjo a principios de noviembre como una sorpresa gratificante para un sector que venía penando por la chatura comercial, se aceleró en estos últimos días desde la firmeza de una demanda en apuros.