Al igual que todos los años, con la llegada del otoño se instala en los productores el temor a las bajas ganancias de peso otoñales. Temor que es absolutamente comprensible, ya que históricamente en dicho trimestre se registran las menores producciones de carne de todo el año, originadas en ganancias que rara vez superan los 0.200 kg/animal/día.