El precio de la hacienda sube un 60% en menos de un mes, y los errores no forzados del gobierno (dólar maíz, devaluación, amenazas de cierre de exportaciones) logran adelantar para agosto la restricción de oferta que se esperaba para septiembre, con el comienzo de las lluvias.
El sistema de inspección sanitaria de faena de los Estados Unidos atenta contra la producción y elaboración en pequeña escala y el consumo de producción local. Aquí un testimonio de primera mano.
Con el paso de los meses, y al acelerarse la inflación, se acentúa el atraso de los precios de la hacienda en términos reales. Con respecto a un año atrás, el precio real del novillo es un 25% inferior, y el del novillito de consumo un 23%, pero el precio de la vaca gorda retrocede un 34%, la conserva buena un 40% y el precio del ternero de invernada baja un 40%. El novillo Hilton cayó solo un 21%.
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