Marfrig Argentina informó los resultados de un trabajo que realizó junto con el INTI y con la colaboración de seis empresas ganaderas. Midieron, entre otras cosas, la huella de carbono, la huella del agua y la emisión de gases de efecto invernadero. El objetivo fue estudiar el proceso productivo “de la cuna a la tumba”. Y las unidades de producto, sobre las que se informaron los datos, fueron un kilo de carne enfriada sin hueso, y un kilo de hamburguesas.
La huella de carbono para la carne tuvo el mayor impacto en la etapa de la cría, representando ésta un 80-90% del total. Hay que tener en cuenta que se contabilizó el efecto de los progenitores del animal que dio origen a la carne, la madre y el padre, ambos con sus respectivas eficiencias reproductivas. En la hamburguesa fue diferente, el mayor peso en las huellas fue de la energía consumida en la conservación.
Expusieron sobre los resultados del informe, por parte del INTI la Ing Industrial Leticia Tuninnetti y el Ing Agrónomo Javier Echazarreta.