¿Cómo llegué a prestarle atención al tiempo y su valor?
La primera vez que tuve un carretel y electro-piolín en mis manos fue cuando tenía 16 años, en el colegio donde iba había un tambo, hacíamos parcelas a la mañana y a la tarde, la última vez que tuve un carretel y un rollo de eletro-piolín en mis manos fue hace un ratito, antes de venir para acá. Quién iba a pensar que eso, ese trabajo y mi observación de cómo hacerlo más eficiente y rentable hoy me iban a traer hasta acá, a estar con ustedes charlando. No les vengo a contar mucho más que lo que hemos hecho estos estos años, y con lo que nos ha ido muy bien.
Se me complica expresarme en una charla donde hablo de manejo en ganadería pero a la vez muestro un montón de productos que nosotros mismos vendemos en una empresa que se creó a partir de nuestro trabajo en ganadería. Arrancamos en el 2015 y lo que hemos logrado hoy ha sido producto de las necesidades en el trabajo cotidiano, en el manejo ganadero, que en el 2015, después de 80 años de una familia de ganaderos, nos dio una - yo diría que fue la última- oportunidad. Nuestra familia, gracias un bisabuelo que trabajó muchísimo, tenía muchas cabezas de ganado, pero cuando le tocó el reparto a mi mamá, quedaban para ella sólo 140 vacas y gracias a ella, a este manejo y a un poco de coraje hoy estoy acá contando cómo es nuestro manejo ganadero y cuáles fueron las ideas que generaron nuevos productos para hacer el trabajo más simple.
Nosotros hacemos un pastoreo muy intensivo, un pastoreo no selectivo, en realidad hoy uno escucha que hay tantas formas de pastoreo con distintos nombres, algunos llevan los nombres de la persona que hace ese pastoreo, otros llevan otros nombres, pero la verdad es que para no confundir demasiado, a mí me gusta clasificarlos en dos. Hay un pastoreo extensivo-selectivo y hay un pastoreo más intensivo-no selectivo. Nosotros estamos en el intensivo-no selectivo. Intensivo no es intensivo para las vacas solamente, para mí es intensivo porque es intensivo para el humano, por ahí hay que trabajar un poquito más que en el otro, pero bueno, tiene su rédito y lo vamos a ir viendo a medida que transcurra la charla.
Yo le he tratado de encontrar la vuelta para que ese manejo que era tan intensivo sea un poco más placentero. Para eso estamos generando ideas desde la otra empresa que hemos creado, para proveer la tecnología y los insumos que faciliten el trabajo.
A partir de una película que se llama Leyendas de Pasión, que vi con mi familia cuando yo tenía 17 años, pregunté dónde era el lugar que mostraba porque me había impactado, y era Montana. Entonces, cuando tenía 25 años, junté plata y me fui a trabajar a Montana.
Saqué un pasaje a Miami y me tomé un colectivo pensando: “si en la Argentina los colectivos son buenos en Estados Unidos van a ser 20 veces mejores”, pero resultó que no, que en ese país los colectivos son para gente que no tiene auto y para trayectos cortos en asientos a 90 grados y bastante duros. Arriba del colectivo me enteré que desde Miami a Montana había más o menos 4.000 kilómetros así que pasé cuatro días en el colectivo y finalmente llegué. Tuve mucha suerte en ese viaje, conocí al matrimonio Williams (de quienes luego me hice muy amigo) que me dieron trabajo en su campo.
El valor de una hora
En un momento, que hacíamos fardos para caballos, fardos cuadrados, éramos especialistas en fardos y necesitábamos más mano de obra, entonces vino mi hermano Álvaro a trabajar en la empresa en la que estaba yo. Nosotros cobrábamos en ese momento 15 dólares por hora, laburábamos todo lo que podíamos, porque era un ingreso espectacular para dos chicos muy jóvenes. Acá muestro una foto (Foto 1) con mi hermano, en un corte que hacíamos a las 10 de la mañana como para tomarnos unos mates.
Estando en esa situación vino Clay Williams y nosotros muy contentos le explicamos que era una tradición de nuestro país, que hacíamos una pausa a la mañana para tomar mate, y él nos dijo: muy bien!, lo único que les pido es que marquen tarjeta para esta pausa, al igual que lo hacen en el ingreso, en el almuerzo y cuando se retiran del trabajo. Marquen tarjeta cuando empiecen a tomar mate, y vuelvan a marcar cuando terminen de tomar mate, porque media hora de mate de dos personas, forman una hora, que me genera un costo de cuatro mil y pico de dólares al año para que ustedes tomen mate. Ahí me di cuenta cúanto valía una hora anualizada, para quien la pagaba. Nosotros, con mi hermano, para ganar más, en vez de parar los tractores y hacer un guiso y cortar la zanahoria y picar la cebolla..., íbamos apurados a Mcdonald's nos comprábamos una hamburguesa y nos la comíamos en el tractor, a eso nos llevaban las ganas de ganar dinero. Sabíamos la importancia económica que tenía para nosotros una hora, preferíamos una vida menos saludable para ganar más. Nuestro empleador nos marcó la importancia económica que tenía una hora para él. Entonces: ¡qué importancia que tiene una hora!
Tengamos presente lo que vale el tiempo
En Estados Unidos me pude comprar una moto y al poquito tiempo cumplí mi sueño de correr en moto en ese país. Me contrató un equipo profesional, me contaron la dinámica del entrenamiento y me dijeron lo que veían que yo tenía que mejorar algunas cosas. “Tenés que mejorar un par de cosas, tratá de estirar un poquito más el frenaje y acelerar un cachito. No, no haga esas cosas que hacés cuando saltás, todo eso no sirve para nada”. Y me hicieron una cuenta: “no busquemos mucho tiempo, buscá centésimas, centésimas, centésimas. La acumulación de todas esas centésimas en cada curva, a razón de 4 centésimas por curva entre 2 de acelerada, 2 de frenaje, en la vuelta hay 13 curvas, ya formamos 5 décimas en una vuelta, y en la carrera de 18 vueltas vas a terminar con 10 segundos de ventaja”. Estas son cosas que me quedaron muy, muy grabadas, la de la hora y la de este ahorro de tiempo con “poquititos”. Y esto se los cuento porque mucho de lo que hemos logrado ha sido por sumas de minutos, no de horas. A mí nunca me preocupó en nuestro campo las 6-7 horas que nos toma un día encerrando en los corrales. Me preocupan mucho más los dos minutos que me lleva a abrir una tranquera que no llega a la cadena, ¡porque ahí es donde se empiezan a crear un cúmulo de horas que no generan un peso! Fuimos solucionando esas pequeñas pérdidas repetidas de manera tal que ahora nuestras horas están metidas en el manejo del pastoreo, que es lo que nos da el rédito de la empresa.
Caballo vs. cuatriciclo
Caballo versus cuatri (Foto 2), es una pelea en la Argentina. Me encantan los caballos, el de la foto soy yo jugando al Pato, pero en nuestro sistema ganadero por lo general no sirven, porque al ser un sistema muy intensivo se gana mucho más tiempo haciendo el trabajo de a pie que de a caballo. De hecho, es muy fácil al tener toda la hacienda junta, y estamos hablando de 500 vacas, 1.000 vacas, hay campos en Brasil de 2.000 vacas todas juntas, y en esos casos se gana mucho más tiempo yendo en la camioneta hasta el lugar, bajando y haciendo lo que hay que hacer caminando, que ensillando el caballo. Por ejemplo, un cuatri, en relación a un caballo genera un ahorro de tres horas por día, teniendo en cuenta que hay que agarrar el caballo ensillar, ir al lugar, volver, desensillar, largar el caballo, versus el cuatri que lo pongo en marcha voy y vengo, ahí tengo un ahorro de 137 días al año, días laborales de ocho horas cada uno.
Materiales de calidad, ¿se pagan?
A un electro piolín barato le puedo cargar cinco kilos porque si no se me corta, ¿cuánto vale? Por ejemplo: 20 dólares. Gasto 30 dólares o 40 dólares y compro un hilo bueno, le puedo cargar 10 kilos o 15 y no se corta. En esa diferencia de tensión podemos pasar de necesitar poner 33 varillas, porque el hilo era ordinario y no aguantaba, entonces tenía que poner las varillas cada 20 mts, y con el hilo de mejor calidad, más caro, puedo poner las varillas cada 35 mts, y este ahorro de colocar y sacar varillas me termina significando 17 días de ocho horas al año, con el trabajo que lleva poner y sacar una varilla. Y eso es 17 días de ocho horas están calculados como si fuera un trabajo continuo, sin comer, sin tomar agua, sin ir al baño, nada. Poner y sacar, poner y sacar, poner y sacar, poner y sacar durante ocho horas.
Quizás han visto algunos de nuestros videos, los que nos conocen, trabajando con taladro para juntar el hilo de eléctrico. Un taladro vale 400 dólares, es mucha plata. Encima se gasta el electro piolín más rápido. Un piolín que juntando, caminando, con un carretel nos iba a durar 3 o 4 años, con el taladro no dura más de un año y medio. Bueno, lo hacemos con el taladro porque valoramos también el tiempo, en el tiempo que ahorramos queremos estar bien enfocados en la producción. Entonces, el hilo, para nosotros, tiene un tiempo de uso, condicionado por el uso del taladro, y después tiene que ir a la basura.
Tranqueras y tranquerones, ¿qué significan en tiempo?
Frenar, bajarme, abrir, subirme, pasar, bajar, cerrar, subir, arrancar. Esas son todas las acciones que nos lleva abrir una tranquera (Foto 3). Nos lleva 2 minutos, más o menos, ¿3 minutos? Si tengo que dar 5 rollos por día y abrir y cerrar 3 tranqueras, son 60 minutos.
Esto significa 18 días de 8 horas abriendo y cerrando tranqueras, hay mucha pérdida ahí.
Cámaras o drones
Las cámaras son una tecnología espectacular, y es barata. El solo hecho de tener la posibilidad de ver las instalaciones desde la cocina de nuestra casa antes de salir apurados al campo a ver cómo está todo, tiene un valor enorme.
Eliminamos todos los quizás
En nuestro sistema en Santa Marta (Pellegrini, pcia de Buenos Aires) hemos ido, de a poquito, eliminando todos los quizás. De los quizás quisimos pasar a sí o no. El alambre tiene corriente, sí o no, no quizás. La bebida quizás anda o quizás se le metió una baba porque el tanque está sucio y se tapó el flotante, ese quizás lo eliminamos. Limpiamos el tanque, le pusimos media sombra, que no le pase luz al agua, que no se generen algas, ya pasó a ser “el tanque tiene agua, sí o no”. Si no tiene agua es porque se rompió algo del molino. Pero también, por las dudas, cambiamos por protocolo la suela del molino, lo engrasamos, etc., todo lo que sea necesario, le ponemos fecha de vencimiento a los repuestos y los vamos cambiando antes que se rompan para no tener problemas. Queremos eliminar todo lo que sea quizás.
Manejo, la base de la pirámide
Si yo le tengo que poner una pirámide (Foto 4) a la producción de un campo ganadero, para mí, más o menos es así, y la base de esa pirámide, la parte más aplomada, más firme, donde la pirámide realmente se sostiene, es el manejo. Para arriba, yo le puse, fertilidad, kilos al destete, genética, no necesariamente en ese orden. Yo sé que en la parte de arriba de la pirámide no está la rentabilidad, la rentabilidad está más en el manejo. Obviamente, si puedo tener todo lo que puse en la pirámide para arriba será mucho mejor.
Fuente: Pablo Etcheberry. Pensagro.
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Extraído del video de charlas de Expoprado Youtube Terkouruguay.