Los cultivos de soja y en menor medida de maíz y trigo/soja han prevalecido, en las últimas décadas, como destino de la tierra en el norte de la provincia de Buenos Aires. Las innovaciones tecnológicas, producidas por cultivares con genética superior y por prácticas agronómicas eficientes, fueron determinantes para obtener rendimientos de granos elevados y más o menos estables.



