La Administración Trump ha logrado en las últimas semanas algunos hitos importantes que mejorarían su acceso al mercado mundial de carnes bovinas. Algunos son esencialmente simbólicos, pero vistos con mayor perspectivas dan cuenta de una estrategia que tiene por objetivo reinsertar Estados Unidos en el contexto global. No son sólo aranceles.
AUSTRALIA: Si bien las importaciones de carnes estadounidense estaban admitidas desde 2017, la exigencia de que se comprobara que la hacienda era exclusivamente de origen local imposibilitaba las operaciones. Las autoridades australianas han publicado un análisis de riesgo, gracias al cual, admiten que la carne procedente de Estados Unidos pueda provenir de un bovino legalmente importado desde México y Canadá. Es una medida simbólica, pero importante, por cuanto reconoce la equivalencia del sistema de control de Estados Unidos. Los productores australianos no quedaron conformes, pero...
JAPON: Se alcanzó un nuevo acuerdo bilateral, que habilita la negociación de una rebaja adicional, aplicable sobre la preferencia arancelaria que ya beneficia a las carnes estadounidenses para ingresar al mercado japonés.
INDONESIA: Ambos países suscribieron un acuerdo en el marco del cual, los productos agropecuarios de origen estadounidenses quedan fuera del marco de las licencias de importación, incluyendo su esquema de balance de mercados. Asimismo, le otorga el pre-listing ( facultad de habilitar plantas/importadores ),
COREA DEL SUR: Se acordó iniciar negociaciones antes del próximo 1º de agosto - la fecha en la cual Estados Unidos comenzaría a aplicar las tarifas adicionales de no mediar una negociación para revisar las condiciones que rigen para los exportadores estadounidenses - y se espera que se flexibilicen algunos de los requisitos que rigen desde que se reabrió el mercado coreano luego de la BSE, entre otras la edad máxima de la hacienda sacrificada con destino a Corea.
Fuente: INFORME GANADERO a partir de datos Beef Central, The White House y US MEF.