EL PERRO EN LOS CORRALES
Soy conocido (y denostado) por mi recomendación de excluir al perro de los trabajos de corrales, embarque y arreo de vacas con crías chicas. Ni hablar de llevarlos a la recorrida durante la parición. Soy muy crítico de las juntadas en el monte persiguiendo a las vacas con jaurías descontroladas: son una escuela de refugadas y recolutas.
Pocos saben de mi amor por los perros, que como dice Grandin, me han hecho mejor como humano.
El problema no es de gustos sino de biología: aunque a mí me gusten mis perros, a mis vacas no les gustan para nada. Son sus predadores, y salvo excepciones, los que veo "trabajando" se comportan como predadores.
Como amo a los perros, pocas cosas me gustan tanto como ver un perro como el del video de este post de Instagram que debo a Farmquip. https://www.instagram.com/p/C91u8XOK8iH/
Lo que hace ese perro es lo mejor que he visto en mi vida. Se ve que el dueño, que vemos montado y que también trabaja muy bien, le ha enseñado (lo demás lo traía en sus genes: todo indica que es un Border Collie). Ese perro trabaja mejor que muchos de nosotros.
Bud Williams, mi primer y principal maestro, desarrolló gran parte de su teoría mirando trabajar a sus propios perros. Antes de morir, escribió unas memorias superlativas sobre los perros que lo habían acompañado en su larga vida de trabajo. Cada uno de esos perros tenía una personalidad y una forma de trabajar únicas, y dominaba un aspecto distinto del trato del ganado; juntar, apartar. arrear , parar, etc. Leyendo esos escritos póstumos de Bud pude entender plenamente su teoría del manejo.
Ojalá hubiera muchos perros como el que vemos en el video, un verdadero maestro del trabajo en corrales. Del resto, mejor seguir el consejo de Rosas: "Ni el rastro".
Dr. Marcos Giménez Zapiola
@el_defensor_del_ganado
