Dr. Marcos Giménez Zapiola
Un colega del trabajo ganadero me pidió sugerencias para resolver un problema típico de los corrales nuestros, que en general hemos heredado de los tiempos de nuestros abuelos. Como soy abuelo, espero que mis nietos y nietas se acuerden bien de mis corrales, y a ellos dedico mis libros.
1. No hay una secuencia gradual de espacios grandes a espacios chicos: se pasa directamente del corral inicial para todo el lote al toril. Para el flujo, es como pasar de un caño de 2" a uno de 1/4", se genera una presión y una fricción tremendas y en general esa unión se rompe. Aquí se rompen lasinstalaciones, pero mucho antes se rompe la hacienda, los caballos y la paciencia humana.
2. El problema se repite entre el toril y la manga: el toril es enorme y la manga es normal. Ese toril debe medir 80 m2, y con el trabajo que cuesta embocar a la hacienda, es universal y muy comprensible que se lo cargue al taco para no tener que penar con el ganado que se vuelve para atrás. En 80 m2 bien llenos deben de entrar arriba de 50 vacas, que van saliendo de a 7 por mangada, es decir, la última mangada fue y volvió 6 veces y se malenseñó a desacatarnos, por mucho que trabajemos. Esto se repite en la manga: cuesta tanto cargarla y los animales están tan locos que, como decía el colega del otro día, hay que inmovilizarla a como dé lugar. Entre los corrales y el manejo, nos compramos trabajo hasta el día final por la tarde, de ahí el éxito de las jeringas modernas, más mecanizadas.
3. La primera recomendación es ponerle dos pasos intermedios al circuito, que explico en el video. Lo único que hay que tirar abajo sí o sí es el peine del embudo, que no tiene arreglo. Eso permitirá cortar el lote en grupos menores y no tener que pasarse la tarde embretando una y otra vez. Los animales van y van, no vuelven nunca.
4. La segunda recomendación es de manejo: cargar el toril con 2 a 3 mangadas por vez. La alternativa es achicarlo y sale mucho más cara que achicar las cargas. Es difícil que esta recomendación no choque con la negativa de sus ejecutores, que aducirán que es mucho más trabajo. Es al revés: una vez que las vacas aprendan a salir, su trabajo será atajarlas, no meterlas.
Fuente: IG El defensor del ganado.
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