A pocos días de conocerse la información sobre el camino trazado entre USDA y la FDA para encaminar un marco para la regulación de los productos alimenticios creados por cultivo de células en Estados Unidos, desde Fundación CEDEF presentamos los resultados de una encuesta de percepción de cultivo celular realizada en Argentina.
Llevamos adelante esta encuesta para ahondar en la percepción de los potenciales consumidores y recopilar información que alimente el diálogo más fundamentado en relación al tema desde la perspectiva local. Es una primera aproximación, que se irá complementando con nuevos estudios en el futuro.
Quiénes respondieron. La encuesta fue realizada en diciembre de 2018, y dirigida especialmente al segmento participante de las Jornadas de Inmersión en AgTech de Silicon Valley Forum realizadas en Rosario los días 6 y 7 de noviembre pasado, en donde se trató la temática de Agricultura Celular. Entonces, el grupo encuestado tiene (aunque diverso) algún conocimiento en relación a la agricultura celular: solo el 6% manifestó no haber escuchado sobre el tema. La edad promedio de quienes respondieron fue de 41,7 años. El 95% de los destinatarios de esta encuesta posee nivel universitario incompleto o superior. El 92% consume algún tipo de carne en su dieta habitualmente y el 42% lácteos de forma diaria.
Antecedentes. Durante las Jornadas de Inmersión en AgTech de Silicon Valley Forum que tuvieron lugar en Rosario en noviembre de 2018, hubo un espacio destacado dedicado a esta nueva tecnología para la producción de proteína animal: el cultivo de células en laboratorio. Luego de las exposiciones, a través de la aplicación móvil del evento 7 de cada 10 participantes aseguraron estar dispuestos a comer “carne cultivada”. Un 43% estima que esta tecnología modificaría “medianamente” el sistema de producción de proteína animal actual y 5 de cada 10, que la temática les despertó sobre todo curiosidad. A continuación, presentamos algunos de los resultados generales más destacados vinculados a la percepción de carne cultivada.
Para alternativa o complemento, con más disposición que para “reemplazo”
Mientras que 5 de cada 10 afirman que consumirían como alternativa o complemento de la carne que comen actualmente el tejido cultivado en laboratorio, solo 3 de cada 10 lo harían como reemplazo.
¿Estaría dispuesto a consumir carne cultivada como reemplazo de la carne que consume actualmente?
¿Estaría dispuesto a consumir carne cultivada como alternativa o complemento de la carne que consume actualmente?
¿Es carne? Imagina que si la comiera ¿se sentiría satisfecho?
Un 35% se inclina a reconocerla como carne, un 39% lo rechaza como tal. Aún no reconociéndola como carne, imaginan que se sentirían satisfechos al comerla el 43% de los encuestados, y el 21%, insatisfecho.
Ranking de atributos
Se consultó por una serie de atributos asociados a la carne cultivada en laboratorio. El resultado indica que la percepción más positiva está vinculada a la ética y la relación con el medio ambiente de los productos de la agricultura celular, mientras que los de más baja ponderación tienen que ver con el aspecto, apariencia, sabor, posibilidades de preparación, sabor y lo saludable de los mismos.
Desde la creación de la primera hamburguesa de laboratorio, presentada al público por el holandés Mark Post en agosto del 2013, el desarrollo de esta nueva forma de producción a nivel global ha sido veloz. Argentina cuenta ya con su primera startup de cultivo de carne en laboratorio. Superados los desafíos sobre el método de producción y las herramientas para hacerlo, hoy el sector de desarrollo de la agricultura celular en el mundo sabe que la aceptación del producto de parte del consumidor y la regulación normativa son los principales desafíos.
La encuesta permite encontrar algunas pistas sobre la ponderación de características de este (aún) imaginado producto en Argentina. Existen múltiples aristas de análisis para nuestra región, no solo de consumo sino también a nivel productivo, sobre cuál será la transformación agrícola y ganadera que implicaría el desarrollo a gran escala de este método de producción de proteína animal. Es un largo camino por recorrer, que sin dudas involucrará a múltiples sectores.